jueves, 10 de noviembre de 2011

El tiempo (casi detenido)

La una de la tarde perpleja en el reloj;
gotas erróneas que escupe a tiempo la canilla,
el tiempo casi detenido
y la mirada se turbó con el intento.

Casi innumerables palabras sin destinatario,
el ruido del reloj que anuncia las dos,
el tiempo casi detenido
se deja escapar entre el gris de algún sofá.

Los segundos que esculpen las agujas
en el perfume transparente de su soledad
el tiempo casi detenido
y ella que se esfuerza en su sofá.

Se esfuerza pero no podrá recordar
el brillo dulce de sus ojos al partir
y el tiempo casi detenido
le anunciará que ya es hora de despertar.

Evelyn Reggina.