viernes, 7 de enero de 2011

Espera.

Él vive esperando. Espera el taxi, la comida, una respuesta, el colectivo, fin de mes, las vacaciones, un amor, dos regalos, un auto, una llamada, un final, un sentimiento, algún premio y unos cuántos kilos menos.
Antes de dormir, espera a que le llegue el sueño y antes de despertar espera el sonido, poco anhelado, del despertador. Espera a que lo atiendan en el médico, espera su cumpleaños, espera que sus sueños se cumplan.
Cuando cierra los ojos espera un beso y cuando los abre espera que nadie sepa lo que está esperando. Él espera a que el café esté caliente -después frío- y espera que termine esa canción para pasar a la otra. Él espera un treinta por ciento de descuento, el tren, que le alcancen las monedas.
Espera que un día, ella se acuerde y alguna señal le diga que él la está esperando. Él espera a que se haga las dos, a que el agua hierva, a que el globo se infle, a que el perro olfatee la mitad de la vereda en su paseo matinal. Él espera. Espera, espera, espera.
Hasta que un día se despierta, abre con pereza los ojos, mira su reloj y se da cuenta... de que ya es demasiado tarde.

Evelyn Reggina.

2 comentarios:

  1. Me encanta todo lo que escribís, comento en esta entrada simplemente porque es la última.

    Dudo que me conozcas, pero aún así te dejo mi nombre: Nicolás.

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  2. Sos extraordinaria!!!!! y tenes muchisimo talento y lo estas aprovechando. Te esperan muchos exitos a lo largo del camino..... Disfrutalos!!

    Concepción.
    21 de Marzo del 2011.

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