lunes, 6 de septiembre de 2010

Nunca es igual

Cuando creo que no se me ocurren ideas para escribir, una canción me dice mil palabras que generan pensamientos y entonces te mando un mensaje y me dispongo a llegar a casa y escribir.
¿Por qué nunca es igual? Separarse de un país, de una casa, de una persona, de un olor, de algo que nos dé vida... es un duelo.
Cuando volvemos a acercarnos a esa persona, a ese momento, a ese lugar: ya no es igual. Porque nada es estático. Todo se va transformando y nunca va a ser igual.
Lo que fue ya no es más y lo que ahora es ya no será. Las cosas nunca son como eran.
Porque todo crece, todo muta y todo suena. Quizás las situaciones sean las mismas, pero nosotros no y entonces ya no es igual.
Decía Heráclito: "Imposible bañarse dos veces en el mismo río. Ni el río trae la misma agua ni yo soy el mismo". No se puede explicar mejor.
No podemos agarrarnos de nuestro pasado, esperando volver o que vuelva... porque simplemente no es ni será igual. Todos los días falta una pieza diferente en el rompecabezas. Depende de quién nos rodeamos para ver quién coloca las piezas faltantes y es por eso que cada día tiene otro color.
Es cierto, el proceso siempre es el mismo: cae la oscuridad de la mano de la noche y luego sale el Sol... pero en esa oscuridad yo crecí; ahora soy diferente. Y nunca, pero nunca será igual.

Es todo por hoy...
Evelyn Reggina.

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