sábado, 22 de enero de 2011

Corto y conciso

Apagó su cigarrillo. Se dedicó a esperar que las agujas del reloj llegaran a cuatro y media. Ya casi. Por fin llegan. El tiempo pasa. Se levanta, busca algo con la vista: no encuentra más. Sale con miedo. Mira para los dos lados. Nadie.
Se desespera. Sube al auto. Golpea su cabeza contra el volante. No entiende. Quiere, pero no puede entender. Arranca a toda velocidad. Llega a su casa. Arroja todos los objetos de una mesa al suelo, con ira. Observa todos los pedazos de material en el piso. Ve el papel que lo había citado minutos antes. "4.30 en Café Le Mort". Sus ojos se llenaron de lágrimas. Ve borroso.
Al recuperar la claridad descubre que se habría equivocado de dirección. No lo puede creer. Abre grande sus ojos. Corre al auto. Llega al Café correcto. La ve. La ve de espaldas. La ve yéndose. Se paraliza... Otra vez el destino los habría perdido.

Evelyn Reggina.

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