martes, 23 de noviembre de 2010

Costumbres de a dos

A la tarde, justo cuando se pone el Sol, Natalia sale a disfrutar del viento. Entonces se dirige sonriente al parque de siempre, esperando ver algo que le llame la atención.
Se pasa el día esperando en un banquito del parque, mientras se ríe de cosas que le pasaron.
A veces se queda un buen rato observando a los nenes con sus globos. Otras simplemente intenta no pensar tanto en todo aquello que le hace mal.
A la noche, Daniel intenta sobrevivir al insomnio. Vive preguntándose por qué, comiendo mal y fumando de más. Le gusta ver el noticiero sólo por costumbre y toma café siempre a las tres.
Ella toma té y le encantan los chocolates con menta. Cuando nadie la ve, se pinta los labios en público. Él es coleccionista de postales, no conoce el mar y está triste.
Pero hay algo que tienen en común... A la tarde, justo cuando se pone el Sol, Daniel sale a disfrutar del viento. Entonces se sienta al lado de una muchacha que le pregunta su nombre. Y él sólo le responde porque hace tiempo que no ve belleza tal.
"Daniel, ¿vos?" "Natalia". Ahí es cuando, mágicamente, dos corazones se acomodan para fundirse. Y todas sus costumbres, felices y no tanto, ya no están solas: Ya son de dos.

Evelyn Reggina.

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